EN
EL MUSEO NACIONAL DE DAGUESTÁN
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El
Museo Nacional d Daguestán fue creado en 1923 y lleva el nombre de Alibek Tahoe
Godi, un líder político de Daguestán que lo creo en 1923.
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Al
entrar al museo nos recibe, muy amablemente, una viejecita que nos acompaña
hasta los salones y las exposiciones. Nos comunica que hay cosas que pueden
fotografiar y otras no , porque son
trabajos de autor, diseñados en plata u otros metales preciosos.
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Nos
muestran el pandur, un instrumento antiguo musical de dos cuerdas de los
habitantes de las montañas de Daguestán, hecho con materiales tradicionales:
tilo y tripas de cabrito. Las
cuerdas, pueden ser también de hilos de
crin.
La
señora que nos recibió y un mujer joven que le acompaña nos sugieren sentarnos
para escuchar la música del instrumento de dos cuerdas. Colocan un video. Un
señor en traje negro y con taqiyah o gorro típico de la región toca el pandur. Se
oye una música agradable que me recuerda
algúno de esos cantos españoles.
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La señora me dice: Vaya a la yurta y tómese una fotografía. Las yurtas son esas carpas de los pueblos nómadas del Asia. Las vi por primera vez cuando visité Kazajstán y luego en varios museos como el de Kazán . Los antiguos pueblos sin morada fija trasporytabasn esas yurtas que armaban y desarmaban para seguir su camino sin un rumbo fijo, aparentemente. Eso me recuerda esos circos que iban de pueblo en pueblo. Al llegar cercaban y limpiaban un terreno ,bajaban todos sus aperos que incluían las jaulas con sus respectivos animales y levantaban sus carpas : las pequeñas para residencias de los artistas como los payasos y la grande que funcionaba como escenario de los espectáculos. La alegría que traían estas carpas era tan grande ante nuestros infantiles ojos como la tristeza que invade nuestro experimentado suspicaz raciocinio : nos esclarece que no había tal alegría entre los actores circenses ni mucho menos entre los animales enrrejedos.
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Luego
vemos esos pequeños y grandes objetos de
los que habla Orchan Pamuk en su Museo
de la inocencia y que el mismo Nobel resume en una frase : En un museo el tiempo se convierte en espacio.
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Me acerco a una estatuilla de madera que representa a dos
hombres frente a un tablero con fichas : Están jugando “nardi” o backgammon, un juego de mesa muy antiguo. Jugué
al nardi en mis tiempos estudiantiles con mi cuñado Sergio. Es un juego para
pensar ,pero cuyo desenlace, en gram medida,
depende de unos dados.
Los rostros de los jugadores muestran
quien triunfó y quien fue derrotado. Esta escultura me recuerda esas
litografías o afiches del que vendió a credito y al contado, y que colgaban en
todas las bodegas de Las Mercedes del Llano.