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Caminamos por el Malecón teniente Schmidt hacia un
templo imponente desde la lejanía. A la derecha se alzan varias edificaciones
de mediana altura; a la izquierda se mueven muchos automóviles y buses del
trasporte urbano. Nos detenemos ante el monumento de Iván Fiodorovich
Kruzenshtern (1770-1846), un navegante
ruso que dirigió la primera circunnavegación rusa alrededor del mundo entre 1803
y 1806. La escultura fue inaugurada en 1873.
[Monumento de Kruzenshtern, gran navegante ruso]
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[Catedral de la Asunción de la Santísima Virgen María]
El templo que vimos en la distancia es la Catedral de
la Asunción de la Santísima Virgen María (1897). En 1953 la iglesia fue cerrada
por el poder soviético; antes los sacerdotes de la misma fueron perseguidos y
arrestados. La Casa religiosa fue convertida en una sala de deportes. En tiempos
de la Segunda Guerra Mundial (bloqueo de Leningrado) fue convertida en puesto militar con aparatos
para la defensa antiaérea. El sótano funcionó como refugio durante los
bombardeos. En los años cincuenta la iglesia
fue destruida parcialmente para construir una pista de hielo. En 1991 el templo
fue regresado al clero para el servicio religioso, la enseñanza y la música sacra:
en 1996, se creó el coro de hombres Optina Pustyn .
Al entrar al recinto sagrado , majestuoso y
silencioso, el alma se sobrecoge. Es el llamado Efecto templo: una sensación de
respeto y admiración por lo sagrado, independientemente de si eres creyente o
ateo. El arte se respira en los interiores de las iglesias ortodoxas. “La prohibición
musulmana de representar la divinidad les quitó la posibilidad de una plástica
como la de los católicos”, dice Sábato.
[Interior de la Catedral de la Asunción de la Santísima
Virgen María]
En “La busca de Averroes”, de Jorge Luis Borges, se
plantea las limitaciones que se tienen al no aceptar que el arte es una de las
formas del conocimiento. El médico y filósofo Averroes (musulmán) trata de
entender el significado de los conceptos “tragedia” y “comedia” de la Poética
de Aristóteles para hacer una traducción, pero fracasa a pesar de que la
cotidianidad le presenta oportunidades para descifrar el problema.
La canción “Amémonos” de Carlos Montbrun Ocampo y Manuel
Flores refleja en Efecto templo en una de sus estrofas:
Como en la sacra soledad del templo
Sin ver a dios se siente su presencia
Yo presentí en el mundo tu existencia
Y como a dios, sin verte te adore.
En la tienda del templo compramos unas pirozki o
empanadas rusas de pescado. Es fama que las monjas son maestras de la cocina
rusa. Yo compro un compacto del coro de hombres Optina Pustyn .
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