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DE MARZO. DOMINGO.
La
temperatura es de tres grados bajo cero, pero se siente como siete grados con
el mismo signo, dicen los meteorólogos; y sus cálculos y pronósticos son
comprobados por nuestra piel. . El concepto de temperatura ambiente difiere del
otro: sensación térmica. En estos días el invierno da sus últimas
manifestaciones gélidas. Hay bajas y subidas de temperaturas, nieve que se
derrite antes de llegar al suelo, y que en la práctica es una lluvia friolenta;
pero también suele haber nevadas abundantes como la de hoy, y que remiten a los
mejores días invernales.
Una
alfombra blanca, perfectamente plana y pulida cubre las calles. A los lados,
las alamedas son enramadas sin hojas adheridas a troncos hincados sobre los
níveos suelos.
Salgo
a caminar y mis pasos rechinan al roce de los zapatos con la nieve recién
caída. El viento sopla fuertemente, hasta el punto de que a ratos se transforma
en tormenta y percute fuertemente sobre la cara.
De
regreso la ventolera da sus golpes por la espalda y me ayuda en mi caminata con
sus propulsiones.
Unas
palomas cruzan el seco entramado arbóreo, y con sus revoloteos, hermosamente
sincronizados, insuflan vitalidad al inerte y frígido paisaje.
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