25
DE AGOSTO (JUEVES). 26 DE AGOSTO (VIERNES).27 DE AGOSTO (SÁBADO).28 DE AGOSTO
(DOMINGO) .
En
la dacha en las afueras de Moscú.
Natalia
y yo nuevamente vamos a la dacha, pero esta vez tomamos el tren expreso, el
cual es más rápido , hace pocas paradas y es más confortable en sus espacios,
corredores y asientos. Hace un fuerte calor. Pero el tren tiene aire
acondicionado.
Al
llegar a l ciudad de Obninsk, Sacha nos recoge y vamos a buscar cervezas porque
el calor es muy fuerte. Entramos a un pequeño recinto donde venden cervezas de
todas las marcas de sifones. Un cartel preside el local : “Dejar de beber en
estos momentos tan difíciles para el país es una canallada”.
Pedimos
varias botellas de cervezas. La mujer abre los grifos y llena envase tras
envase. La espuma brota de las botellas rebosantes, y la mujer les coloca una
tapa herméticamente a presión. Yo pido una cerveza negra que me parece muy
sabrosa. Luego vamos a una tienda en busca de hielo, pero dicen que se ha
acabado. Visitamos varios mercados, pero en ninguno hay hielo. En una de esas
tiendas compro una bebida llamada “Siberiana”. Es dulzona y no puedo determinar
de qué está hecha.
Llegamos
a la dacha. El calor arrecia. En la noche nos sentamos alrededor de una fogata
donde se prepara el pescado, las papas y los hongos. Unos beben vodka; otros
.brandy; otros más, cervezas: yo tomo vino tiento. Al rato empezamos un juego:
cada uno pide una canción la cual es buscada en you tube , y la escuchamos.
Luego nos levantamos todos y bailamos animados por el alcohol y la música.
Nos
acostamos tarde. Si el día es caluroso, la noche es bien fría. Este fenómeno se
ve sólo en el campo ruso porque en la ciudad todo es caluroso, día y noche.
El
cuarto tiene pisos de madera , como toda la dacha. Tiene una biblioteca con
muchos libros. Los reviso. Además de los grandes de la literatura rusa, hay
libros de Agatha Cristi , Stefan Zweig y Stphen King. Katia me da para revisar
tres biografías de Stalin. Le digo que la mejor sobre el Koba me la dio a leer
Sergio en una edición de samizdat . Creo que el autor rea Antonov-Ovsenko.
Natalia
lee un libro de curiosidades históricas y me lee los siguiente:
“Ya
que la gente celebra el año nuevo en diferentes fechas, basta ya de romperse la
cabeza , y decir de una vez por todas que el año nuevo debe celebrase el
primero de enero; y para empezar con buen pie y alegría la gente debe
felicitarse mutuamente por ese año nuevo y desearse lo mejor; y en las familias
debe reinas la armonía . En el año nuevo debe colocarse un arbolito adornado. A
los niños se les recomienda pasearse en trineos por la nieve y jugar lanzándose
por los cerros nevados. A los adultos se les recomienda no emborracharse y
evitar las riñas. Para eso sobran los restantes días”. (Ukase de Pedro I del 15
de diciembre de 1699).
Me
levanto y camino por el territorio alrededor de la dacha. El silencio es total
en medio de la fresca mañana. Los árboles permanecen quietos y todos tienen sus
hojas rebosantes de verdor. En Moscú la hojas de los árboles están ya amarillas
y los suelos se cubren con ellas. El otoño en la ciudad se adelanta. Los
microclimas son diferentes en el campo y la ciudad.
Escucho
en la lejanía cantos de gallos que me hacen recordar a Las Mercedes del Llano.
Regreso.
Por el patio de la dacha la perra Bela juega con una tortuga de trapo. El gato
Gabriel o Grisha se revuelva el hierba.
Leo
La política de Aristóteles. Un libro extraordinario.
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